EL GRAN JUEGO DE FERREIRO NO EVITA LA DERROTA

La tarde del Domingo ya dejaba ver la que le venía encima al Sporting. Pero no fue la lluvia la causante de la derrota ni mucho menos. En la primera mitad mas bien fue todo lo contrario. El equipo, que ayer recuperaba a hombres importantes de la plantilla, parecía mas fresco de ideas, y trenzaba hermosas jugadas raseando el balón, y dándole un mejor trato que el equipo contrario, que tímidamente elaboraba jugadas con cierto peligro.
Tras varias ocasiones desaprovechadas, el infortunio se ceba de nuevo con el Sporting, y en remate de corner, llega el primer puntillazo a un equipo que demuestra perder fuelle una vez herido. El entrenador tratada de ordenar líneas y trasmitir confianza a los suyos, pero es inútil.
En la segunda mitad el desorden es total. Los jugadores llegan tarde al balón, y el rival lo mueve a placer y así llegan el segundo y el tercero, con sendos despistes defensivos.
El escaso público asistente empezaba a abandonar la grada, y el poco que allí quedaba tan solo pudo celebrar el gran juego y la garra mostrada por Ferreiro, que arranco el aplauso incluso de los aficionados del equipo contrario. Sus internadas regateando a varios jugadores, dejaron destellos de calidad en un jugador venido a más a medida que pasan las jornadas. Y es que del encuentro contra el Campelo sólo podemos destacar lo mostrado ayer en el campo. Que el equipo cuenta con grandes individualidades pero que no termina de acoplarse y hacer un conjunto. Pierde fuelle en cuanto recibe el primer gol y no acaba de tener pegada.
Lo peor, la lesión de Bouzada, que parece importante, y que esto de perder empieza a ser una costumbre.